Vídeo editado y narrado por Quino
Me gusta tomar tu cuerpo
y tocarlo con mis dedos
cual si fuera guitarra,
sacarle melodías
para formar una sinfonía,
mientras busco
el preludio del encuentro.
Como olas de mar
mis dedos van y vienen,
y en un parpadeo descuidado
te vuelves crepúsculo en mis ojos
tras navegar en los acordes generados
por nuestro apresurado respirar.
Cuando por fin la melodía termina,
se anulan los deseos
y los lamentos se suicidan…
Luego, entramos en un estado de hibernación
y lo único que nos reactiva
es la esencia que en forma de corcheas
se pasea en nuestra habitación,
alineadas en ritmos acompasados,
contagiando a nuestros cuerpos
llevándolos a una nueva danza
en el que su principal característica
será el contacto integral.
Joaquín Lourido
Derechos Reservados
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Felices ritmos acompasados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las danzas deben de ser con un ph muy equlibrado (valga la redundancia) Chema.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un ritmo que ayuda al acercamiento gradual y feliz Un precioso poema, Joaquín.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz finde
Muchas gracias Albada por tu apreciación. Siempre muy coherente.
EliminarAbrazos y feliz día.
Todo en el amor es música. Todo gira en base a compases y giros melódicos. Lo bello es cuando ambos encuentran el ritmo y son capaces de crear armonías maravillosas.
ResponderEliminarAbrazos
De eso se trata Tatiana. Ya que en la vida hay que procurar el equilibrio de los acordes y compases no solo en la danza sino en casi todo.
EliminarGracias por tus palabras. Un cálido abrazo y feliz domingo.