Llevas mucha razón, Alís en tus palabras. Pero siempre hay que tener un as en la manga por si una mirada puede hacernos tropezar... Es el fin de las manos.
SI CREES QUE EL AMOR, DELIRIO Y GOZO DEL ESPÍRITU, SON CARAS DE LA MISMA MONEDA... NO LO DUDES, PASA Y SI NO RECRÉATE. PUEDE QUE EN EL CANTO ESTÉ LA SOLUCIÓN.
Que minimal el texto. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Né.
EliminarLo es, pero con un mensaje bien claro.
Dejemos que las miradas se profundicen...
Saludos, amiga.
Pues a mí me dan ganas de saltarme la distancia impuesta de seguridad.
ResponderEliminarMil besos.
Tú, si que vales
Eliminarno te llega con la mirada...
Necesitas explorar su profundidad.
Besos mil, Lucía.
Te estoy mirando con atención.
ResponderEliminarNo hacen falta las manos para demostrar el cariño. 😉
Besos y más besos.
Si son necesarias
Eliminarpor si resbalas de emoción.
Gracias por tu visita, Lauritis.
Bicos feiticeiros.
Wowww mi amigo hay pensamientos
ResponderEliminarque también acarician la piel.
Besitos dulces
Siby
Por supuesto. Y esos son como el amor
Eliminarllega sin necesidad de las manos. Más
en este caso es acogerlo y mecerlo,
todavía más en ese espacio.
Besos con mimo.
Breve y hermoso :)
ResponderEliminarLa mirada es lo que importa.
Abrazos
La mirada proyecta lo que cada sentimiento
Eliminarinterpreta y presto a ello, vamos en pos
de esa hermosura...
Gracias, Patricia por tu visita.
Abrazos entre miradas.
Las manos pueden ser los ojos que traspasan fronteras para acariciar intensanente.
ResponderEliminarBesos..
Una forma genial de apreciarlo intensamente.
EliminarGracias María por tu visita.
Besos.
Que no nos sigan en la ceguera, que nos sirvan para mirar(nos)... mejor.
ResponderEliminarDe los que más me han gustado, Joaquín
Bicos
Llevas mucha razón, Alís en tus palabras. Pero siempre hay que tener
Eliminarun as en la manga por si una mirada puede hacernos tropezar... Es el
fin de las manos.
Un placer, como siempre tus comentarios, amiga.
Bicos a cegas.