Por un mundo no quisiera,
doncella
repetir con tus labios
una quimera.
Elegir una obra de tu vida primera,
una pintura en el desierto
o una en el rugir de las olas;
tierra y mar
como moléculas.
No tengo que recurrir
a los átomos,
ni ver los meandros
de los ríos de agua tibia,
persisten en isótopos
las blancas colinas
que en este agreste y celestial
mundo, tú entregas,
al lento amanecer
sin que llegara el día.
Y luego...
Ver que la vida, es vida
plena de colores y olores,
jardines soleados,
diversos lienzos,
cuerpo de mujer,
rosas en el pecho,
hojas infinitas,
órbitas cósmicas.
Tú sabes que aunque somos
de diferentes ciudades
nos une, una misma lengua;
el nexo nomenclátor,
esencia de caracol
como flechas en arco
nos lanzan de Cupido,
sin que nos invadan
las vocecillas y la perfidia.
Quino © 2019
Quino © 2019
Derechos Reservados
Imagen de la red.
Vídeo-poema
Editado y declamado por Connie Romero.
Autor: Joaquín Lourido
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