Se dilatan
las estrellas en tu campo...
Se cubren
de uvas tus cavernas.
Hay un racimo de suspiro
en tus placeres.
Besos húmedos,
torrentes de manos extasiadas,
cúpula absorbente.
Sólo quedan ojos,
solo flequillos
que juegan con los árboles astrales.
Velas que se derriten
como lágrimas de niño.
Seres que desconocen
esa aura infinita;
sólo otoños primaverales,
solo flores y linajes
brotando de los sueños.
Amores eminentes y mágicos,
labios indomables
que besan de noche
y albas de rocío nacaradas.
las estrellas en tu campo...
Se cubren
de uvas tus cavernas.
Hay un racimo de suspiro
en tus placeres.
Besos húmedos,
torrentes de manos extasiadas,
cúpula absorbente.
Sólo quedan ojos,
solo flequillos
que juegan con los árboles astrales.
Velas que se derriten
como lágrimas de niño.
Seres que desconocen
esa aura infinita;
sólo otoños primaverales,
solo flores y linajes
brotando de los sueños.
Amores eminentes y mágicos,
labios indomables
que besan de noche
y albas de rocío nacaradas.
Quino ©
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Imagen de la red.
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