Nos junta el resplandor
en esta hoguera
que tu espejo transparente
dora y ciega
y en lenguas diversas
devora una viña de solera.
Astros de velocísima carrera
resbalan por tus ojos
y exploran todo tu ser
en savia tentadora
a ese corazón
que consumido espera.
Amada sin secreto,
tan cercana,
te veo íntima y sincera
en un ocaso de la tarde-noche
que sigue resplandeciendo
el verano con pericia.
¡¡Tu sangre llameante!!
Bajo limpio raso
descubre el vástago de mi amor
que gana oro para la sed
en que me achicharro.
Joaquín Lourido© 2018
Derechos Reservados.
Imagen de la red.
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