Al
abrigo
de los labios
abrazamos
nuestras ideas
recién preñadas.
No
importan que sean
_viles o gratas_
Pero si
que broten
con mimo y ecos
al son pendular
de
unas olas
que colisionan
con las rocas
y
se disuelven
en huellas de arena
como brisa crepuscular.
Quino © 2018
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En el fulgor del horizonte estoy naciendo y soy el día que llega para cuidarte. @J. Lourido