Imagen de la red
Mareada, embrujada...
te encuentro
cuando los montes claman
y el aire resuena
rodando con estrépito.
Los astros locos
arrojan chispeantes llamas.
Y tu me preguntas:
- Dónde está ese fragor sublime?
sin pestañear, respondo:
- Siempre está en la corola
de las rosas, amada mía...
Quino ©
Derechos Reservados
Derechos Reservados
Comentarios
Publicar un comentario
SI CREES QUE EL AMOR, DELIRIO Y GOZO DEL ESPÍRITU, SON CARAS DE LA MISMA MONEDA... NO LO DUDES, PASA Y SI NO RECRÉATE. PUEDE QUE EN EL CANTO ESTÉ LA SOLUCIÓN.