Imagen de la red
Mareada, embrujada...
te encuentro
cuando los montes claman
y el aire resuena
rodando con estrépito.
Los astros locos
arrojan chispeantes llamas.
Y tu me preguntas:
- Dónde está ese fragor sublime?
sin pestañear, respondo:
- Siempre está en la corola
de las rosas, amada mía...
Quino ©
Derechos Reservados
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En el fulgor del horizonte estoy naciendo y soy el día que llega para cuidarte. @J. Lourido