Me quedé obnubilado



Imagen de la red



Me quedé prendado y obnubilado. Anoche estuve contigo, pude palparte y sentir tu esencia impregnada en mi piel. Te recibía en mis brazos y lentamente te besaba mientras mis manos recorrían tu cuerpo como el agua de un río que no deja ningún cauce árido.
Tus manos temblorosas se entrelazaban con las mías y me hacían sentir que llegaba al cielo. Coloqué mis manos sobre tu pecho y pude oír como latía tu corazón y en mis oídos tu respirar se agitaba como las olas de un mar bravío.
Me quedé perdido...  Entre bosques y ríos  regamos  versos y amor florido. Te fui deshojando como el viento a aquella rosa de mi jardín… Un tibio rocío se posaba sobre tu piel. Tu boca decía basta pero tu cuerpo se me entregaba como el sol a la tierra que tiene frío.

Quino ©
Derechos Reservados


Comentarios