Manos
peregrinas
del deseo
buscan el templo
de los sentidos
donde
los labios
se funden
en penitencia
y
las bocas
se purifican
bebiendo
el cáliz sagrado,
el deleite
de la mena
de grafito;
bendiciendo
nuestra lujuria desatada…
Rezumando
en gemidos lascivos
que
imploran al cielo
la pasión
que corre
por nuestras venas...
peregrinas
del deseo
buscan el templo
de los sentidos
donde
los labios
se funden
en penitencia
y
las bocas
se purifican
bebiendo
el cáliz sagrado,
el deleite
de la mena
de grafito;
bendiciendo
nuestra lujuria desatada…
Rezumando
en gemidos lascivos
que
imploran al cielo
la pasión
que corre
por nuestras venas...
Quino. 11/03/2014
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