Miró el cielo, no buscando respuestas, sino recordando. Bajo sus pies, la Tierra herida respiraba con dificultad. ¿En qué momento olvidaron que eran huéspedes y no dueños? Sus manos, manchadas de pasado, temblaron. Tal vez aún quedaba tiempo. Tal vez el cambio empezaba en el silencio de uno mismo.
@Joaquín Lourido
Comentarios
Publicar un comentario
En el fulgor del horizonte estoy naciendo y soy el día que llega para cuidarte. @J. Lourido