Algunas veces me roza la nada
y quedo como vacío de palabras.
Por eso, te propongo:
_Clausuremos nuestros labios_
hablemos con los ojos
y nos pasemos las imágenes
que con los labios ignoramos.
Pero la nada besa mis ojos
y las imágenes se suicidan
van cayendo apiladas al abismo,
aceptando su muerte consumada
desde cuando los hombres
éramos botones de esa flor marchita
y quedo como mirando, orbitando;
los puntos cardinales de lo mismo.
Paredes blancas cuyos golpes
no hacen daño y una rata
zarpea desde las entrañas.
Propongo que nos cosamos
los párpados hasta la pupila,
y nos hablemos
con el oído hasta el tímpano
sin palabras, siguiendo el rastro
en murmullos inefables
que gritan desde el polvo
sus silencios perforados.
Sin embargo, la nada me abraza al vacío
hasta las alas más pesadas
y caen hasta el suelo los sonidos,
volviendo al lodo...
No hay peor verdad
que la gente que troquela todo;
nadie atiende y muere en el parto.
Propongo, entonces
que enterremos los oídos
a varios metros bajo el polvo
y sigamos en un sólo latido,
presos del amor amado,
primoroso y único.
Comentarios
Publicar un comentario
SI CREES QUE EL AMOR, DELIRIO Y GOZO DEL ESPÍRITU, SON CARAS DE LA MISMA MONEDA... NO LO DUDES, PASA Y SI NO RECRÉATE. PUEDE QUE EN EL CANTO ESTÉ LA SOLUCIÓN.