La primavera
dispone el escenario y la fiebre,
un escaparate con instintos,
“flores”, "seres".
Pero el amor no tiene rostro ni prisa,
no está domado,
es un felino que decide como,
que decide cuando,
no está entre los artículos de hogar
del centro comercial de turno,
sabe más por incorpóreo
que por diablo.
Joaquín Lourido D.R.A.
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SI CREES QUE EL AMOR, DELIRIO Y GOZO DEL ESPÍRITU, SON CARAS DE LA MISMA MONEDA... NO LO DUDES, PASA Y SI NO RECRÉATE. PUEDE QUE EN EL CANTO ESTÉ LA SOLUCIÓN.