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Me quedé dormido y anoche soñé
contigo, pude palparte y sentir tu esencia impregnada en mi piel. Soñé que te
tomaba en mis brazos, que lentamente te besaba mientras mis manos recorrían tu
cuerpo como el agua de un río que no deja ningún cauce árido.
Tus manos temblorosas se entrelazaban con las mías y me hacían sentir que llegaba al cielo. Coloqué mis manos sobre tu pecho y pude oír como latía tu corazón y en mis oídos tu respirar se agitaba como las olas de un mar bravío.
Tus manos temblorosas se entrelazaban con las mías y me hacían sentir que llegaba al cielo. Coloqué mis manos sobre tu pecho y pude oír como latía tu corazón y en mis oídos tu respirar se agitaba como las olas de un mar bravío.
Me quedé somnoliento... soñé contigo
y en mis sueños te hice el amor. Te fui deshojando como el viento a aquella
rosa de mi jardín, un tibio rocío se posaba sobre tu piel. Tu boca decía basta
pero tu cuerpo se me entregaba como el sol a la tierra que tiene frío.
Quino © 29/10/2014
Derechos Reservados
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